Sonia Walls

       Dejar de fumar, comer saludablemente, fuera grasas saturadas, hacer deporte, vitaminas, beber más agua, dormir ocho horas, cremas, pastillas, tratamientos...tod@s sabemos de que va esta cantinela VIDA SANA. Física y mentalmente. Qué les parecería tener que rendir cuentas a la báscula todas las mañanas...y a Twitter sobré el amor? 

                                 

           Les presto mis zapatos, adelante descálcese, súbase a los míos. 

Ya sintió la mirada? Sintió presión? Seguramente ya le están pidiendo explicaciones de cada paso que da con ellos. 

        Xq hablas? Xq callas? Qué piensas? Qué sientes? Hasta cuándo? Y eso cómo paso? Es verdad lo que dicen? Amas, eres feliz? Mentalmente insano para quién se deja llevar. En algún lugar del tiempo sabemos que se nos fue de las manos.

       Fuimos partícipes de una historia, de un momento en el que mirábamos una pantalla y nos sentimos identificado con algo, con alguien. Personas. Una relación sin condiciones, una amistad a distancia. En qué momento las amistades pasan a ser jueces de la vida. Dónde se rubricó la transparencia total.                                               

         Quién exige transparencia se esconde tras una foto sin boca, sin ojos...                     ¿Tiramos la piedra y escondemos la mano? ¿Pedimos lo que no estamos dispuestos a dar? 

     Seríamos capaces de vivir con 100.000 personas opinando, mirando y cambiando de opinión. 

  ¿Nos hemos vuelvo espectadores del circo romano donde nos tapamos la cara con las manos, pero asomamos la mirada para ver la sangre en la arena?  Realmente nos divierte el desfase y el sin sentido.

 Me he convertido en una cínica, en una incrédula, es mi nuevo disfraz para ir acorde con tanta incoherencia, con la falta de responsabilidad al emitir palabras sobre vidas ajenas. 

   

      La vida sana la práctico y la mente sana la tengo. Nada afecta, sólo son palabras de bocas degolladas, de cabezas cansadas, de vidas ligeras, sin huella.

     Me encanta sentir los ojos de quién me quiere ver caer, siempre han estado ahí. 

Les digo -esperen porque como cualquiera caeré, me encanta tener cicatrices, hacen presente que estoy viva. Cuantas cicatrices bajo tierra. Cuanto muerto en vida. Cuanta herida sin aprendizaje.  

           Nos cuesta reconocer la VIDA SANA. Vitaminas para el alma, agua para las heridas, dormir para soñar, cremas para la mirada, humo de amor, pastillas de colores, correr para descubrir, tratamientos de amistad... 

 

                                                    Sean felices Señor@s, vale la pena.